jueves, 20 de noviembre de 2014

VERSOS DE LA H MUDA por Manuel Abril

[Manuel Abril (1884-1943) fue un crítico de arte, narrador y poeta. Sus comienzos como poeta fueron modernistas. Fue asiduo del café Pombo y de hecho aparece en el célebre cuadro que retrata la tertulia de este café con Ramón Gómez de la Serna a la cabeza. Pronto se alineó con los ultraístas, publicando poemas en revistas como Tableros, Alfar y Horizonte. Impulsó la Sociedad de Artistas Ibéricos en los años 30. Tras la guerra pasó a colaborar con revistas de signo franquista. ]            


              SI .............................. NO
     Entre el Si y el No
pasaban
unos puntos suspensivos
una hilera
de hormigas negras abstractas
¿Qué decían?
No decían
¡Cosa grata
ver aquellas procesiones
algebraicas!
"No se sabe qué" llenaban
pero ¡qué bien lo llenaban!
puntos... puntos... procesiones
entre aquellas dos palabras.


La tertulia del Café Pombo por José Solana



lunes, 17 de noviembre de 2014

DEVOCIÓN POR LA TORRETA TELEFÓNICA por César M. Arconada

[César (Muñoz) Arconada (Astudillo, Palencia, 1898- Moscú, 1964). Escritor español perteneciente a la Generación del 27 y posteriormente a la llamada literatura española en el exilio. Destacó en sus inicios como prosista de vanguardia, desarrollando un estilo renovador de la narrativa española junto con Benjamín Jarnés o Francisco Ayala entre otros.

Nace el 5 de diciembre de 1898 en Astudillo, pueblo de la provincia de Palencia. Su padre hacía las crónicas para el periódico de la capital y luego él colaboraría con numerosos artículos en el Diario Palentino, pues Arconada, se conozca o no, jugó un papel destacado tanto en el advenimiento de las vanguardias como en el movimiento rehumanizador e intensificándolo hacia el compromiso con el Hombre.

Con el tiempo, César M. Arconada se convertiría en una figura destacada de la intelectualidad literaria española en los años veinte: fue crítico musical y cinematográfico; autor de uno de los primeros análisis del compositor Debussy con la obra En torno a Debussy (1926); en relación con el cine Vida de Greta Garbo (1926) (esta aproximación a la actriz daría la vuelta al mundo); y no olvidemos la poesía Urbe (1928); hasta los cuentos Cuentos de amor para tardes de lluvia (1930) o la novela La turbina (1930), relato en el que ya manifiesta unas inequívocas preocupaciones críticas.

De su importancia intelectual baste decir que llegó a ser redactor jefe de la revista La Gaceta Literaria (1927-1932), el principal vehículo de expresión de la Generación del 27. Su director, Ernesto Giménez Caballero, que a partir de 1930 evolucionaría hacia postulados falangistas, fue presentado por Arconada a Ramiro Ledesma Ramos, líder fascista que trabajaba en Correos como Arconada.

En 1931 ingresa en el Partido Comunista y se convierte en uno de los más destacados representantes de la corriente social-realista en España. Colabora en Octubre, Nueva Cultura, Leviatán, Frente Literario y Mundo Obrero y publica dos novelas enmarcadas en el llamado realismo socialista —Los pobres contra los ricos que fue elogiada por el escritor Eusebio García Luengo1 en la revista 'Nueva Cultura' que dirigió José Renau (1933)— y Reparto de tierras (1934), en las cuales queda reflejada la aldea española en el periodo de auge revolucionario del campesinado español. En 1938 redacta otra novela, Río Tajo, que ganó el Premio Nacional de Literatura, y que se publicaría en Moscú en 1970 y en España en 1978, en la que lleva a cabo una exaltación épica de la causa popular durante la Guerra Civil.

En 1939 se establece en Moscú. Allí fue un entusiasta divulgador de la gran literatura española, la del llamado Siglo de Oro, como es el caso de La gitanilla, que adaptada por Arconada, conoció el éxito en el Teatro Gitano de Moscú. Fue director de la edición española de Literatura Soviética en la que publicaba artículos y poesías; estuvo también vinculado a la Editorial Progreso de Lenguas Extranjeras. Eran las fuentes de sus emolumentos, que le permitieron vivir con cierta holgura. Escribió un drama teatral de escaso relieve Manuela Sánchez (se puso en escena en algún teatro y fue transmitida en fragmentos por Radio Moscú). La Enciclopedia Soviética recoge una notable reseña de su actividad como escritor. Señalando que en la creación de Arconada ejercieron gran influencia los escritores Maksim Gorki, Konstantín Fedin y otros. Tradujo al español, junto a F. Kélyin, la obra Canción a las huestes de Ígor y una serie de poemas de Aleksandr Pushkin, Lérmontov y Nekrásov. Escribió dos libros de relatos, España es invencible (1941) y Cuentos de Madrid (1942), algunas obritas teatrales y el extenso poema Dolores (1945).

Casó con la exiliada María Cánovas, bastante más joven que él. María cuando llegaron a la Unión Soviética en 1939, era casi una niña, de extraordinaria belleza, natural de Baleares, y de habla bilingüe; dominaba el ruso y era aficionada a la poesía; en ella tuvo Arconada una inteligente colaboradora.

De César Muñoz Arconada quedan aun libros por publicar: por ejemplo, una biografía de José Díaz (Secretario General del Partido Comunista de España) y un reportaje sobre la China de Mao Tse Tung. Dice el escritor Gonzalo Santonja, que conoce muy bien su obra, "libros, reitero, no cuadernos de apuntes" quedan aún por publicar.

En un artículo titulado Rojos atardeceres tras las montañas del oeste en Caminar Conociendo nº 9 dice Jacinto Barrio, que lo trató en Moscú: "Murió en Moscú, en la primavera de 1964. Fue un pedazo de España que se nos fue".

(Tomado prestado de Wikipedia)]



Centro encarado a los cuatro horizontes de la urbe
-un poco de campo y un poco de ciudad-.
Brazo de hierro, firme
sobre el encerado del suelo de anécdota rayado.
Alta de margen. Pero cercana a lo sensible.
En la vida y sobre la vida.

¡Aprenda el poeta la lección!

Caminos lejanos de cables
entronca su testa cimera.
Distribuye por todas las rutas del mundo
caudal de mensajes comunicativos.
Parece apagada y serena;
pero bullen palabras de tráfico
por los nervios de metal de sus hilos.
Devoción por la grácil torreta
que soporta en su mano, caminos
en proa hacia el mundo.

¡Aprendan los hombres perdidos!

Devoción por la firme torreta.
Cuerpo de hierro y melena de cables.
Desborda palabras. Distancias acerca.
Canta vibraciones y centra caminos.

Pero de noche sabe mirar estrellas...

¡Aprendan los pobres de espíritu!


W. Jahl: "Marchand de fruits".