martes, 28 de agosto de 2012

CANCIÓN DEL AEROPLANO por José María Romero


[José María Romero Martínez, nació en el número 11 de la calle de Sevilla, en Olivares [Provincia de Sevilla], a las 3 de la madrugada del 3 de octubre de 1893. Era el cuarto de la decena de vástagos que, engendró el matrimonio compuesto por el notario público de la villa Miguel Romero Sánchez, natural de El Jabugo, y María del Carmen Martínez Arellano, gaditana, feligresa del Sagrario de la Catedral de Sevilla, casados el 25 de abril de 1886 en la hispalense Omnium Sanctorum. Once días después fue bautizado por el primer cura propio que tuvo la «parroquial iglesia mayor», el Presbítero D. Isaías Álvarez Barrera. Le impusieron los nombres de José María Antonio Teodoro Cándido del Sagrado Corazón de María.

En 1908, la familia Romero se traslada a Sevilla, donde el padre obtuvo plaza de notario. Fue matriculado en el colegio del Santo Ángel y en 1910 José María comienza los estudios de Medicina, concluidos con premio extraordinario en 1917. 

Una vez terminada su carrera se instala como médico en la popular calle Pureza de Sevilla, dónde muchas veces no sólo no cobraba por sus consultas sino que pagaba de su bolsillo las medicinas a quién lo necesitaba. Se le conocía como “el niño sabio de Triana”. 

Desde mediados de los años veinte, una vez concluido el doctorado despliega una amplia y fecunda labor profesional como médico de la beneficiencia provincial, como subdirector del Manicomio, como profesor auxiliar de la Cátedra de Histología, además de ser pionero y miembro de la Comisión Científica de la Liga Española contra el Cáncer.

Aunque escribía desde los diez años su vocación literaria se consolida en sus años de estudios en la universidad. Por entonces publica en las revistas como La Exposición y Andalucía y diarios como El Liberal de Sevilla. Ingresa en el Ateneo, que en 1915 le otorga La flor Natural en los Juegos floreales por su “Canto a la Paz”.

En 1927, como vocal de la sección de literatura del Ateneo organiza el encuentro de jóvenes poetas españoles que reivindican a Góngora en el tercer centenario de su muerte.


Sevilla, 16 de diciembre de 1927. Sociedad Económica de Amigos del País. 
Homenaje del Ateneo de Sevilla a Góngora. De izquierda a derecha: Alberti, 
García Lorca, Chabás, Bacarisse, José María Romero Martínez, Manuel Blasco 
Garzón, Jorge Guillén, Bergamín, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. Foto: Serrano

Serrano inmortalizó fotográficamente el acto; en el que aparecen centrados José María Romero Martínez y el presidente del Ateneo, Blasco Garzón; y a sus lados, Alberti, Lorca, Chabás, Bacarisse, Jorge Guillén, Bergamín, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. Tras el fotógrafo se situaban Cernuda, Villalón, Salinas, Porlán, Adriano del Valle, José Bello, Amantina Cobos, su marido el pintor Villalobos, Alejandro Collantes, Romero Murube, Labrador, Llosent, Espina, Fernández Almagro, Muñoz San Román, Laffón, Bacarisas, el torero Sánchez Mejías, Juan Miguel Sánchez, Lafita, Majó, Núñez Cabezas de Herrera, Tamayo y José de la Peña, entre otros.

Constantes las alusiones al pueblo natal, en “Romances de Primavera” ensueña, con bucólica suavidad, el despertar al amor y la belleza, y el dolor terrible por la muerte de una antigua novia que lo vio partir hacia la conquista de la fama:

Me encontraré esta noche en la ciudad lejana, 
sin la luz de tus ojos ni el calor de tus manos;
entre el bullicio alegre, por las extrañas calles [...]. 
Y en mi alma se agota, sin cesar; el deseo
de que el tren se detenga y volver a tu lado. 
El tren no se detiene. El tren sigue su marcha.

Entregado al ejercicio profesional, sus inquietudes políticas, por convencimiento y amistad, se iban acercando a las tesis del cambio político que habría de verificarse en 1931, siendo elegido en 1936 secretario provincial de Unión Republicana, el partido de Martínez Barrio, y ocupando, sólo unos días, durante el Frente Popular, el cargo de gobernador civil de Sevilla.

El trío formado por Romero Martínez, Puelles y Blasco estaba pronto a desaparecer: José María Romero y Puelles (presidente de la Diputación Provincial) son fusilados el 19 de septiembre de 1936.

La Bilioteca Municipal de Olivares que se inauguró en febrero de 1992 lleva su nombre: “Biblioteca Pública Municipal Poeta José María Romero Martínez” en reconocimiento a su brillante labor como humanista republicano, médico y escritor.

(Extraído www.olivares.es)]


Abandona la tierra y dirígete al cielo,

mi águila blanca, de alas enormes y vibrantes

eleve tu hélice potente,

entre torbellinos de aire,

elévate en el espacio sigue tu ruta hacia el azul. 
  


Tú. que no tienes que seguir

un camino inmutable de carriles de hierro

ni una ruta trazada por corrientes marinas; tú, que no necesitas carreteras,

ni la energía dócil de los cables eléctricos

y, tienes un motor por corazón

gasta el caudal de tu sangre inflamable

y, entre detonaciones y ráfagas

de esencias hechas humo,

deja la tierra

y elévate en el aire,

traza en el espacio rutas nunca surcadas

y descubre horizontes nunca vistos. 
  


Ve al encuentro del día

cuando la Aurora aún

no haya abierto sus rosas;

sube adonde los ojos no puedan distinguirle,

bello pájaro gigante,

lleno de gracia y majestad

desde donde los valles verdes

y las blancas montañas de la Tierra,

y la llanura azul del oceano,

y la ciudad brumosa de enormes chimeneas,

donde tiembla el burgués y el bolchevista ruge,

tengan para tus ojos,

ebrios de luces siderales

la plata fría y uniforme

de los paisajes celestes.

Asciende entre la bruma:

elévate sobre las nubes que te impiden

ver el azul del cielo; destrózalas con tu hélice enloquecida,

que, a través de los amplios ventanales que abras,

se derrame la lumbre del sol

y haga brillar tus alas

mojadas por la lluvia

y aparte la opresión de la tormenta.

Sube en la tempestad,

nauta del Infinito;

pasa serenamente sobre el trueno del mar.

apaga sus bramidos con tu motor rugiente

elévate entre los torbellinos del viento;

corta con tu timón

el vientre de las trombas

y opón al furor del huracán

tu corazón de mil caballos. 
  


Elévate pronto. mi pájaro enorme;

los bárbaros cubren sus campos

de torres blindadas y quieren cerrar tu camino

con nubes de llamas y acero.

¡Remonta tu vuelo más alto,

que no lleguen a herir tu corazón! Responde e, la Muerte trazando en el aire

la curva sin fin de la Vida

y hacia la paz azul del Infinito

prosigue tu ruta triunfal.





 "Sorvolando in spirale il Colosseo (Spiralata)" por Tato (1930)

domingo, 26 de agosto de 2012

PROCLAMA FUTURISTA A LOS ESPAÑOLES por Tristán (seudónimo de Ramón Gómez de la Serna)


[(Madrid, 1888-Buenos Aires, 1963) Escritor español. Licenciado en derecho por la Universidad de Oviedo, consagró su vida exclusivamente a la actividad literaria, en la que se mostró como un escritor fecundo y pionero de un tipo de literatura que, dentro de la más pura vanguardia, se erige como una construcción personal de gran originalidad.

Sus primeras obras muestran una actitud crítica e innovadora frente al panorama literario español, dominado por los noventayochistas, y coinciden con la dirección, asumida desde 1908, de la revista Prometeo, receptora y difusora de los primeros manifiestos vanguardistas en España, de los que fue su primer e incondicional defensor e impulsor. Animador indiscutible de la vida literaria madrileña, en 1914 creó una de las tertulias más frecuentadas y famosas con que ha contado Madrid, la del Café Pombo.

Su particular visión de la literatura, concebida dentro de los presupuestos del arte por el arte, sin ningún intento de reflexión ideológica, dio lugar a un género inventado por él, las greguerías, definidas por el propio autor como «metáfora más humor». Consisten en frases breves, de tipo aforístico, que no pretenden expresar ninguna máxima o verdad, sino que que retratan desde un ángulo insólito realidades cotidianas con ironía y humor, a base de expresiones ingeniosas, alteraciones de frases hechas o juegos conceptuales o fonéticos.

Su vasta producción literaria incluye desde artículos y ensayos, algunos agrupados en libros, hasta dramas de tema erótico y obras más o menos novelísticas, muchas de ellas basadas en una trama truculenta, al modo de los folletines costumbristas, que por las incoherencias en la narración, las imágenes de tipo surrealista o el barroquismo de la expresión se convierten en una forma de absurdo que destruye todo sentimentalismo y las acerca a lo patético y grotesco.

En 1936, a raíz del estallido de la guerra civil española, se exilió en Buenos Aires con su esposa, la escritora Luisa Sofovich, y en 1948 publicó la obra autobiográfica Automoribundia, testimonio de su vida y compendio de su estilo y su personal concepción literaria.

(Tomado prestado de Biografías y vidas)]


Elementos para el deporte por Maruja Mallo


¡Futurismo! ¡Insurrección! ¡Algarada! ¡Festejo con música wagneriana ! ¡Modemismo! Violencia sideral! ¡Circulación en el aparato venoso de la vida! ¡Antiuniversitarismo! ¡Tala de cipreses! ¡Iconoclastia! ¡Pedrada en un ojo de la Luna! ¡Movimiento sísmico resquebrajador que da vueltas a las tierras para renovarlas y darles lozanía! ¡Rejón de arador! ¡Secularización de los cementerios! ¡Desembarazo de la mujer para tenerla en la libertad y en su momento sin esa gran promiscuación de los idilios y de los matrimonios! ¡Arenga en un campo con pirámides! ¡Conspiración a la luz del sol, conspiración de aviadores y «chaufeurs»! ¡Abanderamiento de un asta de alto maderamen rematado de un pararrayos con cien culebras eléctricas y una lluvia de estrellas flameando en su lienzo de espacio! ¡Voz juvenil a la que basta oír sin tener en cuenta la palabra: ese pueril grafito de la voz! ¡Voz, fuerza, volt, más que verbo! ¡Voz que debe unir sin pedir cuentas a todas las juventudes como esa hoguera que encienden los árabes dispersos para preparar las contiendas! ¡Intersección, chispa, exhalación, texto como de. marconigrama o de algo más sutil volante sobre los mares y sobre los montes! ¡Ala, hacia el Norte, ala hacia el Sur, ala hacia el Este y ala hacia el Oeste! ¡Recio deseo de estatura, de ampliación y de velocidad! ¡Saludable espectáculo de aeródromo y de pista desorbitada! ¡Camaradería masona y rebelde! ¡Lirismo desparramado en obús y en la proyección de extraordinarios reflectores! ¡Alegría como de triunfo en la brega, en el paso termopilano! ¡Crecida de unos cuantos hombres solos frente a la incuria y a la horrible, apatía de las multitudes des! ¡Placer de agredir, de deplorar escéptica y sarcásticamente para verse al fin con rostros, sin lascivia, sin envidia y sin avarientos deseos de bienaventuranzas: deseos de ambigú y de reposterías! ¡Gran galop sobre las viejas ciudades y sobre los hombres sesudos, sobre todos los palios y sobre la procesión gárrula y grotesca! ¡Bodas de Camacho divertidas y entusiastas en medio de todos los pesismismos, todas las lobregueces y todas las seriedades! ¡Simulacro de conquista de la tierra, que nos la da!

(Prometeo, núm. 20, 1910.)

jueves, 16 de agosto de 2012

CUATRO POEMAS DE VELEMIR JLIÉBNIKOV


[Velimir Jlébnikov (1885-1922). Poeta ruso, etimólogo, lingüista y fundador del futurismo ruso junto con Vladímir Mayakovski. De origen tártaro, estudió matemáticas en la universidad de Kazán y se unió a los círculos vanguardistas de San Petersburgo antes de la Revolución. Desarrolló la noción de poesía transracional (zaumni) según la cual el poeta debía revelar el protolenguaje universal oculto en las palabras, las consonantes y los sonidos. Renovador del lenguaje poético, exploró los recursos creativos de la lengua rusa para crear un nuevo idioma universal, el zaum, cuyo objetivo utópico era contribuir a la unión de todos los poetas del mundo.

(Tomado prestado del blog Rumores Eternos)]




Velimir Jlébnikov visto por Vladimir Burliuk



Exorcismo con risa

¡Ah, sonreíd, reidores!

¡Ah, engreíd, risueños que reís con risotadas! ¡Qué hazmerreír ridículos!

¡Ah, reíd risiblementeB

¡Ah, sonrisueños rientes —- risoteos de irrisorios risibles!

¡Ah, risibilidades, ridícula rísica de irrisibles rientes!

Ristoleros, ristoleros,

risos irrisorios, risadas reidoras,

irrisorios, irrisorios.

¡Ah, sonreíd, risueños! 
  


Corrialeteando

Corrialeteando la aureografia

con sutiles vénulas,

el grillo, ahovilló en la danza de su panza

multitud de hierbas y juncos ribereños.

Pin-pin-pin, tronó el mensajero.

¡Oh cisnescencia!

¡Oh crepuscular temescanto! 
  


Números

Os contemplo, ¡oh números!,

y me parecéis disfrazados de bestias con vuestras pieles,

la zarpa apoyada sobre robles descuajados.

Regaláis: la unidad entre el serpentino movimiento,

el espinazo del universo y la danza de la palanca.

Permitís comprender los signos como dientes de una risa entrecortada.

Mis pupilas se han abierto en forma de objeto.

Saber, cuando su dividendo es la unidad, cuánto será el yo. 


  
Los piojos me rogaban

Los piojos me rogaban inútilmente

mientras trepaban cada mañana por mis vestidos,

y cada amanecer los ejecutaba

escuchando sus crujidos,

aunque siempre afluían de nuevo tranquilamente.

Rusia, yo te he donado

mi blanco cerebro divino:

soy yo, soy Jliébnikov.

Hundí las estacas, los ejes, en el alma del pueblo,

y levanté sobre pilotes una casa,

«Nosotros los futurianos».

Hice todo ello como un miserable,

un ladrón, dondequiera maldito por las gentes.