miércoles, 6 de abril de 2011

SILVER APPLES: PSICODELIA PARA ANDROIDES

El dúo de hippies mutantes Silver Apples


Silver Apples fueron probablemente los primeros en aplicar la electrónica al rock de forma total, es decir, traspasando los límites del mero experimento académico (Russolo, Theremin) o los de su aplicación técnica a la producción musical (Joe Meek, White Noise). Simeon Cox y Danny Taylor sacaron los trastos a la calle como en décadas anteriores lo hicieron con la guitarra eléctrica los pioneros del jazz y el rock’n’roll.

Los dos primeros discos de uno de los dúos más gafados de la historia han venido reeditándose en los últimos años en anodino formato digital “dos por uno”. El sello Phoenix los presenta al fin por separado en edición limitada de mil copias por ítem, en forma de atractivos digipacks desplegables que reproducen con inevitable pérdida de detalles las fundas originales (sin temas adicionales ni mejoras apreciables en el sonido, que es bueno).

El primero, “Silver Apples” (1968), es un epatante experimento de proto-rock electrónico que combina ásperas estructuras matemáticas basadas en la teoría del caos, muestras de sonido adheridas artesanalmente y manifiestos cósmicos recitados por Simeon con trémulo vibrato y en sincronizada réplica a las oscilaciones estáticas y a las tozudas líneas de bajo emitidas por su presintetizador. Tampoco faltan ingentes raciones de percusión inspiradas en la improvisación del jazz y en la simplicidad poliédrica de ciertos ritmos tribales. Sus dos gemas son el single “Oscillations”, que comienza como un tema de Spectrum (¿o debería ser al revés?), y “Seagreen Serenades”, con ingenua flauta dulce soprano.

”Contact” (1969) fue grabado con más medios. En él repiten atonalidades y automatismos relativamente humanizados, pero con algunos detalles convencionales. En este último apartado, el más interesante, encontramos los banjos remolino de “Confusion” y “Ruby”, el flamenco marciano con cabra-robot de “A Pox On You” y “I Have Known Love”, único tema de Silver Apples cantado por Taylor (anticipándose mucho al “Surrender” de sus pupilos Suicide), cuya melodía vence al lineal vaivén minimalista-trash de las manzanas plateadas.

Publicado en Rockdelux 261 (Abril 2008)




"Oscillations" + "
Seagreen Serenades” de Silver Apples

martes, 5 de abril de 2011

EL CINE DE VANGUARDIA VISTO DESDE DENTRO por Hans Richter

[Hans Richter (Berlín, 1888-Muralto, 1976) fue un pintor y cineasta alemán, nacionalizado más tarde estadounidense. Estudió en las academias de Berlín y Weimar, y más tarde se adhirió al movimiento dadaísta de Zúrich. Posteriormente se dedicó a la experimentación de contrapuntos rítmicos y variaciones formales abstractas pintando «rollos» de papel y realizando cortometrajes experimentales abstractos, como las secuencias Rhythm.21 (1921), Rhythm.23 (1923) o Ghost before breakfast (1927), pieza de la cual los nazis destruyeron la versión sonora que había realizado Paul Hindemith. En 1940 se trasladó a Estados Unidos, donde se adhirió al American Abstract Artists. De esta época destaca el filme surrealista Dreams that money can buy, (1944). A partir de 1950 se dedicó principalmente a la pintura abstracta.]

Extraído del blog Visiones Metafóricas


Hace veinte años la mayoría de los documentales, como aquellos realizados por Ivens, Vigo, Vertoff, y Grierson, eran exhibidos como películas de vanguardia en programas sobre la vanguardia. Hoy en día, el cine documental es una categoría respetada y bien definida en la industria cinematográfica, que se ubica en paralelo al cine ficción de entretenimiento.

Es tiempo, creo yo, de introducir el cine experimental como una tercera categoría por lo menos legítima si no respetada, distinta de las otras dos. Este tiene su propia filosofía, su propio público, y, creo yo, su lugar necesario en nuestra sociedad del siglo veinte. Estas reivindicaciones podrán ser más difíciles de probar que aquellas hechas a favor del cine documental y del de ficción, pero aún un fracaso parcial sería un éxito parcial en vista de la confusión actual acerca de lo que es el cine experimental y de lo que son sus objetivos.

No importa el nombre que uno decida darle a una cosa si es que todos están de acuerdo en lo que significa, pero parecería que el nuevo nombre para la vanguardia –experimental refleja un intento de hacer que este movimiento “se comporte”, de convertirlo en algo más “responsable”, de darle una razón de ser más “práctica” (NT: Richter emplea el término “down to earth”). ¿La libertad del artista? ¡Sí, pero dentro de ciertos límites! ¿Experimentos? ¡Sí, pero en función de un propósito práctico! ¿Qué propósito? El de inventar nuevas técnicas, formas, gadgets, trucos, y métodos que puedan ser útiles al desarrollo de la industria cinematográfica. ¿Qué otra cosa podría justificar una película experimental?

Existen, sin embargo, consideraciones que cuestionan la sabiduría de esta racionalización demasiado fácil. Ciertamente existen, entre otras cosas, técnicas, formas, gadgets, trucos, y métodos que han sido descubiertos o desarrollados por la vanguardia. Pero estas concomitancias no son la esencia de la vanguardia así como los complejos procesos químicos en el crecimiento de una planta no son la esencia de una flor. Es un error creer que los medios técnicos que la vanguardia utilizó en su crecimiento revelan su sentido. Es más bien el uso desinhibido de energías creativas, inherentes a todo ser humano, lo que le da a la vanguardia su sentido y justificación: la libertad del artista – una contradicción con respecto a las necesidades de la industria cinematográfica con sus responsabilidades sociales, financieras, entre otras.

El hecho de que Bonwit-Teller (NT: una cadena de almacenes) use el estilo de Dalí y aun al mismo Dalí, y que Macy’s use patrones Mondrianescos, Arpescos, o Picassoides en sus vitrinas, no prueba nada a favor o en contra de Bonwit-Teller o Macy’s, ni a favor o en contra de Dalí, Mondrian, Arp o Picasso. La relación entre Macy’s y Picasso es apenas un poco más que accidental. Es, además y en mi opinión, exactamente la misma relación que la que existe entre la industria cinematográfica y la vanguardia. No creo, por ejemplo, que nada haya sido demostrado cuando Dalí fue invitado a crear una secuencia al estilo surrealista para Spellbound (NT: “Recuerda” / “Cuéntame tu vida” de A. Hitchcock) salvo el talento considerable de relacionista público del productor. La industria cinematográfica cumple una importante función social al satisfacer los deseos de seres humanos insatisfechos con la vida, al ofrecerles sueños que son significativos aunque infantiles. La vanguardia expresa las visiones, los sueños, la alegría, o los antojos (todo depende de la manera en que se mire) del artista.

No se pueden determinar parámetros o reglas totales para medir la utilidad del arte y del artista. Sin embargo, el respeto que merecen data del tiempo de los hombres de las cavernas, cuando uno de ellos decidió decorar la caverna de su tribu. Desde esa época, el arte y el artista han sido vistos con cierta admiración en todas las sociedades. Picasso, Mondrian, y Dalí aún disfrutan de la reputación de aquél primer cavernícola caprichoso. Aún se benefician de su prestigio (lo que horroriza a algunos miembros de las “tribus” de hoy en día, quienes desearían que el cavernícola original regresara).

Nadie intentaría juzgar al arte sólo desde el punto de vista de la decoración de vitrinas. Uno aún le daría lugar a la “magia” original, uno aún le concedería al artista el derecho de gobernar libremente en el reino de su visión. ¿Por qué no darle también ese derecho al cine experimental? Medirlo con cualquier otro estándar práctico de valores es tan sensato como medir la belleza de una mujer con una cinta métrica. [...]

(Traducido a partir de Hans Richter. "The Avant-Garde Film Seen from within". Hollywood Quarterly, Vol. 4, No. 1 (Autumn, 1949), pp. 34-41.)




Rhythmus 21 de Hans Richter

lunes, 4 de abril de 2011

INFORME SOBRE LOS SERBIOS por Bertolt Brecht

[Poeta y dramaturgo alemán nacido en Augsburgo en 1898. Aficionado desde niño a la literatura, escribió en 1918 su primera obra, "Baal". Vivió en Bavaria hasta 1924 donde estudió medicina durante dos años, interrumpiendo los estudios para servir en un hospital de la Armada alemana durante la Iª Guerra mundial. Su ideología marxista lo obligó a exiliarse sucesivamente en Dinamarca, Finlandia, Rusia, Estados Unidos y finalmente Suiza. De esta época datan importantes producciones de corte social y político, con marcada tendencia anti-burguesa y en ocasiones satírica: "Tambores en la noche" 1922, "La ópera de cuatro cuartos" 1928, "Galileo" 1939, "La buena persona de Sezuan"1940, "Madre Coraje" 1941 y "La inevitable ascensión de Arturo Ui" 1942, entre otras. La gran dimensión de su obra dramática y poética sólo fue reconocida en los últimos años de su vida y ha trascendido hasta la actual generación. Falleció en agosto de 1956.]



Para invadir a tus vecinos
Necesitas petróleo, bandido.
Y nosotros vivimos en la carretera
Que conduce al petróleo.

Asomando la nariz del tanque
Para oler el petróleo
Has percibido nuestro país.

Has mandado a tu casa a nuestros dirigentes
Que han negociado dos horas
Antes de vendernos
Por una máquina de coser y la propina.
Pero cuando han vuelto
Los hemos metido en la cárcel.

Una mañana oímos un ruido de motores
El cielo estaba negro de tus aviones
y los motores rugían tan fuerte
Que no nos oíamos a la hora de los adioses.

Después vinieron tus bombas que hicieron en el suelo
Agujeros más grandes que nuestras casas.
Nuestras mujeres y niños
Huyeron, pero tus aviones,
Cruzando el cielo, los persiguieron
Los abatieron durante todo el día.

Todo nuestro país
Con sus cadenas de montañas y sus ríos
Te lo has metido de golpe en tu boca
Y los montes brotaron bajo la piel de tus mejillas
Y los ríos rezuman por tu boca.
Y después lo has molido entre tus dientes de salvaje.



Portada de la revista AIZ
por John Heartfield.