miércoles, 26 de enero de 2011

A UNA LOCOMOTORA EN INVIERNO por Walt Whitman

[Desde niño leyó con avidez los clásicos, interesándose muy especialmente en Goethe, Hegel y Emerson, quienes se convirtieron luego en su fuente de inspiración. Abandonó los estudios básicos para emplearse como ayudante de imprenta y más tarde ofició como maestro y periodista, escribiendo artículos para diversas revistas y periódicos. En 1850 se trasladó a New Orleans para trabajar en el campo de la construcción. Cinco años más tarde, tras un gran esfuerzo económico, publicó su famosa obra "Hojas de hierba", alabada en todos los medios literarios y reeditada un sinnúmero de veces. Durante la Guerra Civil norteamericana sirvió como ayudante de enfermería. Al terminar el conflicto continuó añadiendo poemas para las nuevas ediciones de su obra y escribiendo ensayos de contenido político. Aquejado por varias enfermedades, se estableció en New Jersey donde falleció en marzo de 1892.

(Tomado prestado de A media voz)]


Tú para mi recitado,

Tú en la poderosa tormenta incluso como ahora, la nieve, el día de invierno que decae,
Tú en tu panoplia, tu doble ímpetu medido y tu pulso convulso,
Tu cuerpo negro, cilíndrico, latón dorado y acero plateado,
Tus pesadas barras laterales, paralelas y conectando los ejes, girando, trasmitiendo el movimiento a ambos lados,
Tu soplo y tu rugido métricos que ora se amplifican ora se desvanecen en la distancia,
Tu gran faro que sobresale colocado en la parte delantera,
Tus largas, pálidas banderolas de vapor que flotan teñidas de delicado color violeta,
Las densas y oscuras nubes eructadas por tu chimenea,
Tu intricada estructura, tus muelles y válvulas, el trémulo resplandor de tus ruedas,
El tren de coches detrás, obedientes que te siguen con alegría,
A través de la tempestad o de la calma, ora a prisa, ora despacio, zigzagueando constantemente
Símbolo de modernidad -emblema de movimiento y energía- latido del continente,
Por una vez ven a servir a la Musa y sumérgete en el verso, incluso como aquí te veo
Con tormenta y viento que golpea y nieve que cae
Por el día tu vibrante campana de aviso hará sonar sus notas,
Por la noche tus silenciosas lámparas de señalización se balancearán.
¡Belleza de feroz garganta!

Rueda sobre mi canto con toda tu música desquiciada, tus lámparas balanceándose por la noche
Tu risa que silba como loca, produciendo eco, retumbando, como un terremoto sobresaltándolo todo
Con total control sobre ti misma, aferrándote con firmeza a tu vieja vía,
(No hay dulzura refinada de arpa llorosa o de tu elocuente piano,)
Tus vibraciones y chirridos retornaron por rocas y colinas
Lanzados sobre las anchas praderas, a través de los lagos,
Hasta los cielos libres, desatada, radiante, poderosa.


Traducción: Tommaso della Macchina

"Viento, lluvia y velocidad" por William Tuner