martes, 14 de diciembre de 2010

EL TRANVÍA por Francisco Vighi


[Francisco Vighi, palentino, ingeniero industrial, escritor sin libro durante la mayor parte de su vida, frecuentó desde la segunda década del siglo los ambientes literarios madrileños. «Después de muchos años de pertenecer a la tertulia de Valle-Inclán en el castizo café de Levante -escribió Gómez de la Serna-, pasó a ser mi brazo derecho en la tertulia de Pombo». Al verlo entrar, añade a continuación, siempre le gritaba: «Viva el noveno poeta español». A Pombo le dedicó Vighi uno de sus irás conocidos poemas: «Este café tiene algo de talanquera / y de vagón de tercera».

Iniciado como poeta en el postmodernismo, el sentido del humor de Vighi, le llevó a participar en la aventura de las vanguardias, con las que coincidía en su carácter lúdico. Aunque no recogió sus poemas en volumen hasta 1959, fue incluido por Federico de Onís en su selecta antología de 1934, entre Antonio Espina y León Felipe, dentro de los poetas españoles que marcan la transición del modernismo al ultraísmo. «Su corta obra poética -escribe el citado crítico- tiene, en nuestra opinión, gran valor: no sólo es en ella el poeta español de mayor fuerza cómica de la época -que ya es mucho decir-, sino que hay en el fondo de su risa sana, franca y extravagante delicadeza de sentimiento, originalidad de visión e intención de arte puro de la mejor calidad lírica».

Andrés Trapiello, en el prólogo a la edición de su obra completa, ha caracterizado así la obra de este raro poeta, el menos profesional de todos los poetas: «En los versos de Vighi hay juego, ingenuidad y malicia, colorismo de verbena y sombras de cementerio, sorpresa de una rima rara y previsión de ripio, gracia, y, sobre todo, bondad y sentimiento, su corazón al desnudo. Hay también un poeta más culto de lo que parece. Ahí están sus impecables romances de sabor vanguardista, a lo Bacarisse, a lo Villalón y a lo Lorca. Las cabriolas a lo Espina y la pólvora de Bergamín, los vanguardismos de Marinetti y los barbechos de Mesa y de Machado. Y sus décimas de noveno poeta español, tan sabrosas y jugosas. Y sus sonetos en el estilo culto. Y sus ritmos cambiados, y su parodia de ultra y de dadá, porque la risa empieza por uno mismo».

(Tomado prestado de Cervantes Virtual)]


En rosario, en letanía.
Sugerencias del tranvía.
Paralelepipédico,
acelerado:
mézclese y agítese
tiempo y espacio.
¡Qué cosas diría
un einsteiniano!
En los carriles de la vía
se lava los pies el tranvía.
Tejiendo su red, trabaja
como un arácnido.
Equilibrista de alambre
cabeza abajo.
Globo cautivo del cable,
siempre tirando.
Pidiendo va un avemaría
la campanilla del tranvía.
Trole al hombro:
¡Buen soldado!
Ligero navío
de un solo palo.
Pescador de caña
en el río urbano.
En el telar del día
la lanzadera es el tranvía.




Mujer en el tranvía por Kazimir Malevich

domingo, 12 de diciembre de 2010

BODEGÓN por Joan Salvat Papasseit

[Joan Salvat Papasseit nació en Barcelona, el 16 de mayo de 1894. Era hijo del fogonero Joan Salvat i Solanas y de Elvira Papasseit i Orovitx, de origen gitano, quien quedó viuda y sin recursos al fallecer su esposo, en 1901, a causa de un accidente laboral.

Joan debió trabajar como empleado en una droguería dedicándose luego a la escultura. Fue estibador, oficio que le inspiro el poema “Nocturn per acordió”.

En 1911, comienza a frecuentar grupos anarquistas, constituyendo el Grup Antiflamenquista Pro-Cultura. En 1914 comienza la redacción de la revista Los Miserables. Allí publica en 1916, un artículo titulado “Un pueblo, Portugal”, que le acarreó dos meses de arresto.

Bajo la influencia del artista uruguayo Rafael Barradas, comienza a interesarse por la literatura de vanguardia, que se verá plasmada en “Columna vertebral:Sageta de foc”, su primer poema, publicado a fines de 1917. Ese mismo año da inicio a la publicación de sus aforismos en la revista Un enemic del Poble (Un enemigo del pueblo), subtitulada Fulla de subversió espiritual.

En 1918 contrae enlace con Carme Eleuterio i Ferrer, y al año siguiente nació Salomé. Ese mismo año publica su primer libro de poesía, “Poemes en ondes hertzianes”, que recoge poemas escritos desde 1917.

En 1921 funda, “Proa”, de efímera existencia, publicándose ese mismo año su segundo libro de poemas, “L”irradiador del port i les gavines” y en 1922 aparece “Les conspiracions”, con ideas independentistas cada vez más consolidadas. En 1923, surge su obra cumbre “El poema de la rosa als llavis”.

La tuberculosis que había diezmado su salud, lo vence el 7 de agosto de 1924, muriendo en su ciudad natal, con apenas 30 años, luego de una fructífera trayectoria literaria, integrada por un lado, por obras políticamente comprometidas, innovadoras y revolucionarias, por el otro, poemas plenos de misticismo amoroso. Su último libro de poesías, “Óssa menor”, se publicó luego de su muerte.

(Tomado prestado de Poemas del alma)]



Extraído de Poemas en ondas hercianas

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"Bodegón con zapato viejo" de Joan Miró

sábado, 11 de diciembre de 2010

PUENTE AÉREO

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viernes, 10 de diciembre de 2010

CRUZA UN AEROPLANO por Eliodoro Puche


[Eliodoro Puche Felices (Lorca, provincia de Murcia, 5 de abril de 1885 - íd., 13 de junio de 1964), poeta y bohemio español. Eliodoro Puche, sin hache, como gustaba de firmar su nombre, fue hijo del abogado y terrateniente Eloy Puche Plá y de Soledad Felices López y tuvo una infancia feliz en una familia de la burguesía acomodada. Terminó el bachillerato en Valencia por el turno libre y acabó Derecho inducido por su padre, carrera que no llegó a ejercer. Sus inclinaciones literarias le llevaron a colaborar en periódicos y revistas y leer poesía. Escribió un ensayo sobre la evolución de la literatura para la revista Darwin. Hacia 1916 marchó a Madrid, donde se sumerge en la Bohemia tabernaria y literaria de las tertulias del último Modernismo y las primeras Vanguardias. Conoce a los miembros de la Generación del 98, como Valle-Inclán, Machado; a los del Novecentismo, como Juan Ramón Jiménez y Ramón Gómez de la Serna, y comienza a traducir a poetas del Simbolismo francés y a publicar en las revistas Cervantes y Cosmópolis. En 1918 imprime su poemario Corazón de la noche, al que seguirán otros que consumirán el patrimonio familiar, de forma que tuvo que vivir en la miseria. Al morir su padre en 1928, Eliodoro Puche regresó a Lorca. Allí reanima la intelectualidad del lugar y publica en revistas locales como Tontolín. Durante la República dirige el periódico radical socialista Pueblo y luego República; al advenir la Guerra Civil le nombran juez de paz en Mula y custodia el Palacio de Guevara de Lorca donde se ha encerrado el tesoro artístico de la ciudad. Condenado al final de la guerra a 16 años de cárcel por desafecto al régimen, se le reduce la pena a 4 años; en este periodo es cuando escribe la mayor parte de su poesía, inédita hasta hace poco, y la de mayor calidad. Vive en un exilio interior entregado a la botella y abandonando progresivamente los oropeles modernistas en busca de mayor transparencia y sencillez. En 1959 recibe la visita de César González Ruano y otros escritores que pretenden reivindicarlo. En 1961 publica Poemas inéditos, últimos versos suyos junto con otros de diferentes libros, como Carceleras, Marinero de amor y varios otros más. En México su amigo Alfonso Camín también publica su obra en la revista Norte, pero la censura cultural franquista impide la publicación de sus libros de prisión.]




El tiburón del aire
que cruzó esta mañana
por el azul, traía de otros cielos,
en sus aletas, luminosas algas.

Como un ruiseñor joven,
el tiburón mecánico, cantaba
sus canciones de hoy,
con trinos de mañana.

¡Acaso el tiburón de acero,
dormiría en las aguas
de la luna
esta noche pasada!

Ha cruzado, como una lanzadera,
el tiburón sonoro…

De sus alas
metálicas pendía
zumo de sol en luminosas algas.





lunes, 6 de diciembre de 2010

POLIRRITMO DE LA MUJER VEGETAL (Fragmento) por Juan Parra del Riego


[Juan Parra del Riego (*Huancayo, 20 de diciembre de 1894 - † Montevideo, 21 de noviembre de 1925), fue un poeta peruano que pasó la mayor parte de su vida en Uruguay al que se le ha identificado con los movimientos literarios de vanguardia de inicios del siglo XX, principalmente el futurismo.


Cursó su formación secundaria en Barranco y con apenas dieciocho años de edad se dio a conocer con Canto a Barranco, doce sonetos de factura modernista con que ganó un certamen poético. Colaboró de forma asidua en varias publicaciones periódicas de Lima y estrenó la pieza teatral La verdad de la mentira (1915). Viajó a Europa y se instaló en París bajo la protección del poeta vanguardista Jules Supervielle, a quien había conocido en su Montevideo natal; tomó así contacto directo con el Futurismo y otras vanguardias.

En París comenzó a notar los primeros síntomas de la dolencia pulmonar que habría de acabar con su existencia. Regresó a Uruguay y volvió a instalarse en Montevideo, donde contrajo nupcias con la poetisa uruguaya Blanca Luz Brum, a la que dedicó un bello poemario. Se integró plenamente en los principales cenáculos literarios uruguayos, donde trabó amistad con algunos autores tan señalados como las poetisas Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou, el poeta y periodista Carlos Sabat Ercasty, el filósofo Emilo Oribe y el dramaturgo Alberto Zum Felde. Con la salud seriamente quebrantada, aún tuvo fuerzas para dar a la imprenta en 1925 sus últimos trabajos poéticos. Su obra, tras unos precoces inicios modernistas, se inscribe en la línea del futurismo de Marinetti.

Se casa con la joven poeta Blanca Luz Brum, a la que dedicó un bello poemario. El 16 de noviembre de 1925 nace su hijo Eduardo y ese mismo mes, muere el poeta.

(Extraído de Wikipedia)]




¡Oh, vivir juntos!
¡Llorar unidos la misma lágrima y ver unidos la misma estrella
Partir con ella
en un auto que tira su sangre panorámica
a noventa kilómetros por hora,
locos de alegría, de claridad
(la luna nos sigue corriendo hermanita.,. Ya miro la aurora...)
¡adiós, nube!
¡adiós, árbol!
¡adiós, pobre luz de allá, sola...!
locos de alegría, de intimidad,
de libertad
de fe-li-ci-dad
¡Pañuelos de las estrellas que llaman mi corazón!
Ya no quiero más amores con las de seda y la luna.
Aquí está la que el espejo de la luz trae en la frente!,
la que vive, sufre, ríe, ama, canta, engendra, siente...
la del amor natural, claro, fragante, indistinto,
sabor a areanas verdades fuertes de aires y soles,
la que ve, y alza el instinto,
todo el coro de sus vivos y dramáticos alcoholes.
La que me llenó de rosas
y música y banderas,
la que me dio más resueltas las ideas generosas,
la que me enerva, disuelve y mata de lejanía,
la afirmativa, la vegetal,
¡la que es la mía! ¡la que es la mía! ¡la que es la mía!
marcha de frutas, albas y soles, ¡marcha triunfal!


Bailarina articulada por Giacomo Balla

jueves, 2 de diciembre de 2010

PAISAJE DE ARRABAL (Anochecer de domingo) por Lucía Sánchez Saornil

[Lucía Sánchez Saornil (Madrid, 1895-Valencia, 1970), poetisa, anarquista, feminista y lesbiana, fue pionera de las primeras vanguardias poéticas en España si bien su faceta literaria apenas se conoce en comparación con su papel como activista del movimiento feminista. Utilizando un pseudónimo masculino, Luciano San Saor, sus poemas aparecieron en las más significativas revistas ultraístas, tales como Cervantes, Ultra, Tableros o Plural. Durante esa época se codeó con la flor y nata de la nueva literatura, Guillermo de Torre (quizá el más reconocido representante del ultraísmo), Jorge Luis Borges, Pedro Garfias, César A. Comet, etc. Por otra parte estaba su faceta de militante de la CNT dentro de Telefónica donde trabajaba de telefonista. Durante la II República Lucía se volcó en escribir en la prensa libertaria (Tierra y Libertad, La Revista Blanca, Solidaridad Obrera) concentrándose en denunciar la situación de la mujer en la época. En 1936 fundó Mujeres Libres junto con Amparo Poch y Rosa Comaposada. Con el tiempo se fue alejando de la militancia anarquista y orientándose hacia el feminismo sensu stricto. /.../ Lucía Sánchez Saornil fue, al menos durante cierta etapa de su vida, el más vivo ejemplo de cómo la vanguardia poética y la ideológica pueden –y deben- ir de la mano.

Extraído de Antares nº 7 ]



¿Quién aprisionó el paisaje
entre rieles de cemento?

Bocas hediondas ametrallan la noche
Los hombres que tornan del domingo
con mujeres marchitas colgadas de los brazos
y un paisaje giróvago
en la cabeza
vendrán soñando en un salto prodigioso
para que el río acune su sueño

Un grito mecánico entra en el puente
De pronto alguien
ha volcado sobre nosotros su mirada desde
la curva de la carretera
Pasó
Sus ojos van levantando
los paisajes que duermen
Ahora la luna ha caído a mis pies



Ciudad de Alexandra Exter